Doña Castora tenía entre sus innumerables cachureos  un par de candelabros de madera.
(No son exactamente los de las fotos pues olvidé tomárselas antes de la transformación pero busqué unos muy similares en la web)
Entonces los miró y pensó ¿Cómo darles nueva vida?
 Pensar que alguna vez iluminaron alguna estancia con sendas velas y quizá cuánto vieron bajo su luz...
Entonces nos pusimos manos a la obra:


Lo primero fue decidir lo que serían...y puesto que en sus mejores años iluminaron pues no estaba mal que siguieran en su viejo oficio. Y decidimos que se convertirían en Lámparas  para la pieza de la princesa.
Después de pasar un cable para electrifcarlas las pinté y decoré como una torre de tazas y teteras muy al estilo Mary Engelbreit (una) y estilo princesas (la otra).





Lo último fue comprarles un par de hermosas pantallas y listas!
A iluminar en su nueva segunda vida.