El gordito vio en una revista un Amigurumi de el comisario woody, de Toy Story y, obvio, me pidió que se lo hiciera.
Como el gordito es insistente y a mi se me hacen agua los dedos ante las nuevas creaciones es que empecé a emocionarme con la idea. Sin embargo, como el crochet y yo aún no somos tan yuntas reuní a mis viejos compañeros...los palillos y me puse manos a la obra.


Sin mayores moldes a seguir más que la foto de Woody los muñequitos comencé por lo que me pareció más sencillo: los pantalones. 



Y así quedó el comisario con todos sus detalles: pañuelo al cuello, cinturón, pistola, espuelas, camisa a rayas, chaleco de vaca y su sombrero.



Mide aprox. 35 cms.
Perfecto no está pero he quedado bien sonriente con el resultado.


Y el gordito felíz, esta sonrisa es mi mejor recompensa.




Este juego de terraza de madera y fierro estaba deteriorándose demasiado tras años a la intemperie.
Tenía la pintura descascarada y exceso de humedad.
Como su vida útil continuaría siendo a la intemperie es que decidí impermeabilizarlo para siempre con la técnica del mosaico.
Lo primero fue dibujar a tiza un diseño de flores y hojas y comencé a pegar con bekrón las teselas de distintos colores provenientes de trozos de cerámica guardados por ahí.
Primero di forma al centro de las flores, luego los pétalos, los tallos, después el borde completo de la mesa y finalmente todo lo demás.


A las sillas les hice un tratamiento de lijado y les di en esmalte 4 capas de pintura.
Finalmente pinté unas flores en los respaldos con una mezcla de técnicas, algo de puntillismo y otro poco de arte folclórico escandinavo que me encanta.


Este es el resultado final de la mesa.
Ahora que lo pienso debí usar fragüe de un color distinto a la cerámica para dar más realce al mosaico pero en fin...igual quedó lindo.


De este modo el juego de terraza no solo quedó protegido de la humedad o el calor sino que adquirió además nueva vida y nuevo rostro.



Gatito malvado era el Pijama favorito de mi Palomita, lo empezó a usar a los 6 meses y luego, al año y medio aún no había forma de sacárselo...ni de ponérselo.
 Así que busqué una forma de darle una nueva vida al sonriente gatito y decidí intentar una transformación.
Recordé el bonito punto aprendido a crochet y comencé...



Fue así como Gatito malvado se transformó en un tierno chalequito sin mangas para las mañanas de Otoño o las tardes de verano y primavera...incluso a veces hasta de "mañanita" en invierno.
De ese modo seguirá siendo útil yo espero unos dos o tres años más.


Quedó re lindo y a la Palomita le encanta.



Encontraba que a este rinconcito del jardín le hacía falta algún detalle artístico.
No quería poner cuadros sino algo más original.
Entonces recordé que poco y nada sé de mosaicos pero que bien podría intentar algo bonito en una esquina.


Le pedí al artista de la familia, mi hermano Gonzalo que me dibujara una lagartija.
Lo que a mi me hubiese demorado 4 horas a él le tomó 4 minutos.


Con el dibujo listo reuní los materiales, pedacitos de espejos, trozos de cerámica guardados por ahí, loza quebrada y un poco de fragüe.


Y comencé a pegar con bekrón, primero la columna central con espejos y luego en azul por todo el contorno.
El resto fue jugar con los colores que tenía, algo de verde, algo de crema, traté de hacer formas, en fin...
Finalmente el fragüe y quedó listo el trabajo.



Y la lagartija quedó lista en dos días, arrastrándose muro abajo y dando al rincón del jardín un encanto mágico de animales míticos apoderándose de él.





Costo del trabajo: $1000
Que fue lo que me costó el pote de bekrón.
Chan chan.